viernes, 26 de diciembre de 2008

La Vida que D´s Padre nos regala







Tus muertos resucitarán "para ti", cuando hayas aceptado que "murieron para ti, sólo los recuperas en su regreso, cuando aceptaste su partida".
¡No es posible la alegría del reencuentro, sin sufrir el dolor de la despedida!
¡No te mueras con tus muertos:

déjalos dormir su tiempo como duerme la oruga en la crisálida, esperando la primavera para
hacerse mariposa!
D´s no es menos D´s, más justo o más injusto, más bueno o más malo, cuando naces que cuando mueres. O crees en Él y otra es creer en tus explicaciones.
Ante la muerte ¡se acaban tus explicaciones!
¡No te tortures sintiéndote culpable ante tus muertos, ¡Los muertos no cobran deudas!
¡Además, si hoy resucitaran, volverías a ser con ellos como fuiste!
¿O no sabías con certeza que un día iban a morir?
No te mueras con tus muertos:muéstrales más bien, que como el árbol podado en el invierno, lejos de morirte, retoñas vistiendo tu desnudez, devolviendo frutos por heridas!

Acepta y date cuenta, que tus muertos te plantean un serio desafío:
el de tener una respuesta para el sentido de tu vida.
Porque mientras no sabes para qué murieron ellos, tampoco sabes para qué vives tú.
¿O no piensas morir?... la vida y la esperanzaAnte tus muertos queridos tu corazón tiene mil interrogantes y tu razón, ninguna respuesta. Resolverás mejor la cosa, cuando preguntes menos
y aceptes más.
Las flores que regalas a tus muertos hablan de la vida y la esperanza.
También en tu corazón duermen la vida y la esperanza esperando que tú las despiertes para seguir viviendo esperanzado.
No te mueras con tus muertos:

Míralos marchar por su camino, hacia la meta, y aprende la lección que ellos te dejan, diciendo que tu andar de peregrino, también tiene un final al que te acercas...!
Más que con la frialdad de los mármoles, más que con suntuosos monumentos y grandilocuentes discursos, honra a tus muertos con una vida digna.
Piensa qué esperas para ti cuando hayas muerto!
Aprende de tus muertos una lección para la vida:
es mejor amar a los tuyos mientras viven, que
quitarte las culpas por no haberlos amado, cuando ya se fueron.
No te mueras con tus muertos:

Despídelos, como despides las aguas del río que van al mar, sabiendo que volverán mañana nubes, y serán lluvias sobre tu rostro!
Así como los cirios encendidos se queman y derriten dando luz y calor en la despedida de tus muertos
que tu corazón no se derrita en vano, quemándose en el fuego del dolor, sino que arda en las llamas
del amor y en la luz de la esperanza.
No te mueras con tus muertos.

Vive este invierno de dolor que te desnuda como quitándote la vida:
pero, recuerda que la savia duerme para retoñar y florecer en primavera!
Parte del dolor que te golpea cuando despiertes a tus muertos se debe a una pregunta que golpea en tu interior, interrogando por el sentido de la vida.
Si respondes de verdad, sincera y frontalmente gracias a la muerte de tus muertos tú vivirás
más plena y auténticamente.
¿Por qué apenarte...?¿Sabes que, cuando lloras a tus muertos, lloras por ti y no por ellos?

Lloras porque los perdiste, porque no los tienes a tu lado.
Porque, si todo concluye con la muerte, tus muertos ya no están, ni siquiera para sufrir por haber muerto:
y si la vida continúa más allá de la muerte, ¿por qué apenarte por tus muertos?
Cuando hayas terminado de aceptar que tus muertos se murieron dejarás de llorarlos y los recuperarás en el recuerdo para que te sigan acompañando con la alegría de todo lo vivido...
No te mueras con tus muertos:

recuerda que donde ardió el fuego del amor y de la vida, debajo de las cenizas muertas, quedan las brazas esperando el soplo, para hacerse llamas!
No frenes tus lágrimas cuando llegan, ni fuerces el llanto cuando se alejan.
No dejes de llorar porque alguien lo reprueba, ni te obligues a llorar porqué si no:
"¿Qué dirán los otros?"
Respeta tu dolor y tu manera de expresarlo.
No te mueras con tus muertos:

Déjalos partir, como parten las golondrinas en otoño, para anidar en otros climas y volver más numerosas y crecidas en otra primavera.
Las lágrimas que ocultas, el dolor que escondes y la protesta que callas, no desaparecen; quedan al acecho del momento en el que puedan estallar. Y es mejor que lo vivas todo a su tiempo y en su hora.... como otro nacimiento
Tú y yo sólo vemos una cara de la muerte, la del otro lado se nos escapa.

Si desde el seno de tu madre hubieras visto nacer a un hermano, creo que lo hubieras llorado como muerto, hasta nacer tú y reencontrarlo.¿Qué sentirías si miraras a la muerte como otro nacimiento...?
No te mueras con tus muertos:

Déjalos que vayan como esa semilla que se lleva el viento, no por el capricho de llevarla, sino para sembrarla en algún lado, aunque tú no sepas dónde!...
a la hora de cosechar...
Tus muertos no están en el cementerio. Nunca estuvieron ahí, salvo cuando vivos.

Me preguntas dónde están...? Y no puedo responder por ti.
Yo sé dónde están "para mí" los míos:
pregúntate tú a ti mismo dónde crees que están "para ti" los tuyos.
El cementerio es como un surco donde se arrojan las semillas. Ningún sembrador vuelve a remover la tierra para buscar las semillas ya sembradas; regresa al campo a la hora de cosechar espigas...
No te mueras con tus muertos:

Diles tu adiós, esperanzado, como despides el sol en el ocaso, la luna y las estrellas en la aurora,
sabiendo que a su turno y a su hora todos volverán hacia tu encuentro.
Estos días de dolor profundo, grises de tristeza, de soledad y de silencio, son como el tiempo del invierno para las plantas... Pero confía en la vida, que es siempre más fuerte que la muerte!
Para que retoñe tu alegría y florezcan tus ganas de vivir.... que te contagien su alegría...
No te mueras con tus muertos; llévalos vivos en tu amor y vive con ellos tus recuerdos!

Sería triste y penosos que tú te dejaras morir y ellos siguieran viviendo...!
Mientras esperas que tus muertos regresen como si no hubieran muerto, les impides volver de otra manera, a ocupar un lugar en tu corazón y en tu recuerdo.
Es una ley de la vida:
no se goza despertar de la aurora sin pasar por la muerte del ocaso.... andando tú camino...
Tus muertos se van por una puerta, que tú no puedes trasponer ahora! Porque se cerró tras ellos. No los esperes ahí...! Despídelos, para que puedas correr y espéralos llegar por otra puerta, al final!

De tu duelo...!Si buscas un camino para reencontrarte con tus muertos, no lo busques, llorando, en tu pasado; búscalo, más bien, esperanzado, andando tu camino hacia el futuro.
YO soy la resurrección y la vida...
¿Puedes creer que la Vida que tienes durará para siempre?

¿Puedes creer, que después de la muerte, se puede vivir más intensamente que antes?
¿Puedes creer que la muerte es como un sueño, del que se despierta a una Vida nueva?
¿Puedes despedirte de tus muertos y continuar tu vida por un camino de esperanza?
¿Puedes creer que tus muertos oyeron una voz que los llamó a la Vida?
¿Puedes creer que tu D´s es un D´s que da la vida para siempre?
¿Puedes creer que habrá un día último para la historia, y que después seguirás viviendo?
"Yo soy la Luz del mundo.

El que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la Luz de la Vida". (Jn 8,12)
¿Puedes creer que las sombras de la muerte, serán vencidas por la Luz de la Vida?

miércoles, 17 de diciembre de 2008

“La Muerte y el Ajedrez por la vida…”


Una noche oscura y fría. Daniel saboreaba un rico café sentado
en su sillón favorito… en de estudio de su casa.
Su familia dormía, mientras él reflexionaba sobre variass cosas... tantas;

que perdió la noción del tiempo.
Eran las tres de la mañana, llevó su taza vacía al lavaplatos,

abrió el refrigerador para prepararse algo de comer.
Cuando cerró la puerta, vio junto a él a una figura muy conocida,

pero nada apreciada…era La Muerte ¡!!
La espectral imagen le arrebató el sueño en un instante,

lo miró fijamente y le dijo con voz tenue ¿Sabes a qué he venido?
El asintió con la cabeza y dijo:
Sí; lo sé… ya es mi hora.
Confundida... La Muerte preguntó a su víctima:

¿No vas a llorar?... ¡Todos lo hacen!... se arrodillan, suplican,
juran que serán mejores personas, ruegan por otra oportunidad;
mientras que tú… aceptas mi llegada con resignación.
Temeroso y con un nudo en la garganta…Daniel respondió:

¿De qué serviría?
Nunca me darás otra oportunidad, tú solo haces tu trabajo.
Tienes razón… solo hago mi trabajo.
¿Me permites… despedirme de mi familia?

Preguntó Daniel con la ligera esperanza de recibir un sí.
Tú has dicho que solo hago mi trabajo,

por lo tanto… no decido hora ni lugar… mucho menos los detalles.
Lo siento… dijo Daniel.
No tienes que disculparte, poca gente piensa en su familia mientras está en vida

pero al llegar este momento… todos piden lo mismo.
No lo entiendes, dijo Daniel con tono de reproche, perdí a mi padre cuando

tenía 15 años…y mi sufrimiento fue grande… pero mi hija menor
tiene tan solo 4, déjame decirle que la amo.
Tuviste 4 años para decírselo…tuviste muchos días libres, muchos cumpleaños,

fiestas y otros momentos en que pudiste decirle a tu hija que la amas… pero
¿Por qué solo pensaste en tu hijita¿?
Mi hijo mayor no me creería… y mi esposa, bueno… a ella no creo que le interese

si la amo o no. …Nos hemos distanciado mucho. Pero mi niña, no hay día que
entre por la puerta y no esté ahí para recibirme con un beso.
Mejor deja de hablar se hace tarde… Lo interrumpió…La Muerte,
Pero… está bien ¿sabes? este momento hace que mucha gente tome conciencia de

cómo vivió su vida…. Lástima que…lo hagan demasiado tarde.
Ambos salieron de la casa, un extraño tren aguardaba en la calle y lo abordaron.
No todo es aburrido en el estado de muerte… no puedo decirte lo que pasará

al llegar… pero te propongo que juguemos una partida de Ajedrez… “para matar el tiempo”.
Con una sonrisa…y una lágrima corriendo por su mejilla… Daniel le dijo:
Que curioso ¡!! … creí que no tenías sentido del humor…
El juego se inició. …Daniel no se calmaba aunque comenzó ganando…consiguió

un alfil y un caballo. …Pero era obvio que eso no lo alegraba.
La Muerte le preguntó ¿A qué te dedicabas¿?
Soy… es decir…era un simple empleado en una fábrica de calzado.
¿Obrero?
No…en la administración.
Ah… Supongo que te encargabas de ver si faltaba algún producto o dinero.
Sí… digamos que algo así era.
Hay algo que no entiendo…
Qué es lo que no entiendes ¿?
¿Por qué ustedes teniendo tantas cosas buenas por hacer… se encierran en

el trabajo… se olvidan de los sentimientos… no les importan los demás… se vuelven
egoístas y violentos. Pero cuando los visito… demuestran ternura, humildad, tristeza,
miedo e incluso lloran??? ¿Por qué esperan a que llegue… si ya nada se puede hacer?
No lo sé respondió Daniel…
En cambio… yo soy un simple “peón”… haciendo lo que debo hacer y nada más….

Mientras ustedes son dueños de su propia vida… capaces de decidir qué harán con ella…
¿y para qué?... si su decisión más común es desperdiciarla viviendo sin manifestar
cariño y amor…
Te creí más cruel…comentó Daniel.

¡Nada es lo que parece!
El silencio reinó por unos instantes mientras Daniel ponía en jaque a La Muerte.
Dime… ¿qué pensabas cuando te casaste?
Pensaba en ser feliz…en formar una linda familia… en formar parte de la alta sociedad.

¿Y lo lograste?
Es broma… ¿verdad?... Me encontraste…solo en la cocina…a la madrugada…te pedí
despedirme de mi hija....Es obvio que no lo hice.
Si hubiese mostrado más amor a mi familia…la solicitud de despedirme no hubiera sido necesaria....Ya las lágrimas se habían secado del rostro de Daniel y

de pronto exclamó suavemente ¡Jaque Mate!
La Muerte sonrió y dijo:

¡Felicidades!
Daniel suspiró y respondió:

Es una pena que no sirva de nada. …No me importaba ganar…de todos modos ya
estoy aquí… Un simple juego de ajedrez no aleja mi mente de mi familia…mis hijos…mi
esposa... Las lágrimas brotaron nuevamente…en el rostro de Daniel,
rápidamente se cubrió…con ambas manos.
Mientras él sollozaba…La Muerte exclamó:

¡llegamos!
Daniel intentó calmarse… pero al abrir los ojos estaba en su viejo sillón nuevamente.
Eran las 6:45 de la mañana… en lugar de gritar

¡ESTOY VIVO!
Como lo haría cualquier otro…salió al patio y dijo con voz tenue:
GRACIAS…D´S MÍO…
Luego… entró a la habitación de su hija la besó…a la de su esposa e hizo lo mismo.
Entró al cuarto donde dormía su hijo mayor…le hizo cosquillas en los pies…y le dijo:
Hijo…despierta ¡Es domingo! ¿Papá…me despiertas para decirme que es domingo?
No hijito…no dormí…los desperté para decirles que los amo!!!
Ya viejo…ven… recuéstate un rato a mi lado.
Y luego de años…ambos se durmieron abrazados…
No esperemos… a tener que jugar esa partida de ajedrez… para decirle a los

nuestros afectos…cuanto los AMOMOS y NECESITAMOS… ¡!!
Los Amo…Gracias por Ser por Estar… ¡!! Un Beso. Silvi.

"Todo tiene su tiempo, y todo tiene su hora. Tiempo de nacer, tiempo de vivir y hora de morir."
Eclesiastés 3:1-2
"ÁMENSE EN SU TIEMPO DE VIVIR…"